20 de mayo de 2012

La cabra siempre tira al monte


Ante la evidencia de que Queso de Cabra necesita crecer y desarrollar sus cuernos, el blog se muda a Queso de Cabra Blog, dónde la interacción, las propuestas y las novedades se multiplicarán exponencialmente. En breve recuperaremos la regularidad en la publicación. Muchas gracias a tod@s.

Firmado: La cabra

10 de mayo de 2012

Receta mojo picón


Los canarios somos bastante particulares para comer. Siempre he defendido que en nuestro archipiélago hay cierta obsesión por llenar el buche, una fijación que servidor ha mamado en su isla y de la que ya forma parte, irremediablemente, hasta el fin de sus días. El mojo picón forma parte de esas particularidades que cito, una estupenda salsa con la que los isleños empapamos nuestras papas bonitas.

La receta, sencilla hasta decir basta, se compone de los siguientes ingredientes:

- 4 dientes de ajo
- 1 pimiento rojo
- 1 cuchara de cominos
- 1 cuchara de pimentón
- 1 cuchara de vinagre
- 10 cucharas de aceite
- Sal

La preparación no tiene ciencia: pasamos todos los ingredientes por la batidora, salvo el vinagre, que añadiremos al final, cuando esté todo batido. Si la salsa queda demasiado líquida y la deseáis más espesa, recomiendo añadir un poco de pan rallado. Evidentemente, hay versiones más puristas de la salsa, que incluyen al mortero en sus pasos, aunque os recomiendo que empecéis por lo sencillo. Uno no es muy devoto del picante, así que ajos, cominos o pimientas pueden aumentar en cantidad según el gusto, pues no son pocos los que disfrutan escupiendo fuego por la boca.

P. D. Algún día os diré cómo arrugar las papas en el microondas. 'Receta de estudiante', como diría aquel.

4 de mayo de 2012

Flan de pimientos del piquillo y bacalao, acompañado de mojo de aguacate


Aquel verano del 95 aún retuerce los adentros de Yaiza. Ella tuesta su cuerpo al sol sobre la arena de Amadores, ajena al gran gentío que la rodea. Parece dormir bajo sus gafas de sol y su extravagante pamela, pero lo cierto es que su mente es una hilera incesante de recuerdos. A su lado yace su novio Airam, al que conoció hace muchos años en la isla. Viven juntos y planean su futuro, todo indica que será el hombre con el que pase su vida, pues la agasaja y la comprende sin pedir nada a cambio.

Sin embargo, Lisboa y Joao nunca se han ido. Yaiza esboza una sonrisa al visualizar su melena azabache. Por aquel entonces ya estaba con Airam, pero en aquel viaje a Portugal con sus amigas se dejó algo. Los paseos por sus calles, la complicidad a bordo del tranvía, las cervezas compartidas en las terrazas lisboetas. Joao supo como embaucar a Yaiza, y ella no pudo más que abdicar ante sus encantos. Tanto es así, que no dudó entregarle a él, durante una noche en la playa de Carcavelos, lo que a su novio le negaba una y otra vez. Puede que sea el mejor momento de su vida.

Aquel desliz veraniego la ha acompañado desde entonces. Tampoco pretende que la abandone, vive contenta con el regusto de aquellos encuentros. De hecho, ideó una receta para que no se apagase la llama de su memoria. Su flan de pimientos y bacalao, acompañado de mojo de aguacate pretende mantener a Joao en su actual vida, aunque sólo ella lo sepa. Para elaborarlo, Yaiza necesita, por un lado, cuatro huevos, 50 ml de nata y una lata de pimientos del piquillo. Bate los huevos en un lado; los pimientos y la nata, por el otro. Luego lo une todo y vuelve a batir. Entonces vierte la mezcla en las flaneras, untadas previamente con mantequilla y pan rallado, para que nada se pegue y que, ahora sí, Joao entre en escena. El trozo de bacalao, que hervirá en un cazo y desmigajará en pequeñas lascas, simboliza aquellos instantes en Portugal junto a su amor platónico, aquellas tapas bajo el toldo bicolor de los bares de Lisboa. Huelga decir que dichas lascas habrá que introducirlas en las flaneras. Éstas las introduce Yaiza en el horno al baño maría durante 45 minutos. El calor de éste también le trae recuerdos, de los que puedan dar fe la humedad de sus sábanas.

Su plato también requería el toque isleño, así que el mojo no podía faltar. Con un aguacate, unos pocos cominos, apenas dos dientes de ajo, cilantro, aceite, vinagre y sal, Yaiza se vuelve a unir con su pasado en su presente. Una vez Joao sale del horno, y Yaiza ya está batida, sólo queda volver a crear la orilla de Carcavelos para que todo siga intacto. Yaiza no duda en devolverle a Joao su melena negra, y ralla chocolate puro para adornar su flan, al que una hoja de cilantro y dos arándanos también acompañan. Parece que su mente lo ha vuelto a hacer: la gula y la lujuria van de la mano.

Airam unta crema en la espalda de Yaiza. Ésta calla y sonríe recordando outro beijo más. Los recuerdos harán que esta noche elabore su flan de nuevo. Plato que, por otra parte, su novio devora sin miramientos y alaba por su sabor. Paradojas del amor.

Foto: Juan José Mateo